En muchas ocasiones con los niños es necesario llevar a cabo lo que llamamos visitas de adaptación, que servirán para introducirles la consulta odontológica de forma distendida y moldear así su comportamiento durante la visita. Los niños son los pacientes más importantes; si moldeamos su actitud desde el primer contacto que mantenemos con ellos, tenemos la oportunidad de construir una buena relación paciente-odontólogo. Negar el miedo que siente un niño y no prestarle atención puede derivar en un adulto con odontofobia.